Uno de los clásicos de la filatelia alemana es una serie de sellos de correo aéreo que representan un zepelín sobrevolando el mundo. Esta serie, emitida entre 1928 y 1933, merece un vistazo, ya que hay bastantes variantes a las que prestar atención.
Contexto histórico
Fue en el periodo de entreguerras, justo antes de la crisis financiera mundial de 1929, cuando se emitió este sello por primera vez..
En aquella época, el zepelín era el que dominaba los cielos. De 1928 a 1937, el LZ 127 Graf Zeppelin transportó pasajeros e incluso dio la vuelta al mundo en 1929. Surcó los cielos de Berlín ante la mirada atónita de sus compatriotas.
¡Qué mejor orgullo nacional que plasmarlo en sellos de correo aéreo alemán! Así nació la primera emisión de 1928..
Se compone de tres sellos diferentes: el 1M rojo, el 2M azul ultramar y el 4M sepia. Representan el dirigible Zeppelin sobrevolando el planeta..
En la siguiente emisión, en 1930, apareció la inscripción “Sudamerika Fahrt” en la parte superior izquierda de los sellos 2M azul ultramar..
La emisión de 1931 coincidió con una nueva expedición de zepelines al Ártico. Así, en lugar de “Sudamerika Fahrt”, en los sellos 1M rojo, 2M azul y 4M sepia aparecerá el sobreimpreso “Polar Fahrt 1931”. p>
Por último, la última emisión de 1933 anunció la llegada del zepelín a Chicago en 1933. El sobreimpreso “Chicagofahrt weltausstellung 1933” se encontrará en los tres tipos de sellos.
En 1933, cuando Adolphe Hitler se convirtió en Canciller de Alemania, se interrumpió la producción de estos sellos de zepelín. En 1936, el zepelín se utilizó como instrumento de propaganda, enviando folletos al público desde el cielo. Los últimos zepelines fueron destruidos en 1940 por orden de Herman Göring.
¿Qué valor tienen estos sellos?
La serie de 1933 se vendió recientemente en Delcampe por 140 euros, lo que supone un buen negocio para el comprador, ya que estos sellos habían alcanzado anteriormente un valor muy superior. Además, su precio de catálogo es muy superior a este valor.
Un año antes, los sellos de la Expedición Polar en perfecto estado costaban 235 euros. Un precio también muy inferior al oficial.
Y el año anterior, los tres sellos de la emisión de 1928 alcanzaron un precio de 110 euros.
Por supuesto, parte del correo lleva estos sellos, que viajaron en su momento, lo que les confiere un interesante valor, ¡tanto económico como histórico!
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