Mientras las jóvenes están pensando en elegir EL vestido que les quedará perfecto en su baile universitario o de graduación, he pensado en haceros retroceder en el tiempo para mostraros que esta tradición del baile no es nueva.
La palabra “baile” viene del verbo latín “ballare” que ha dado, en español, el verbo “bailar”. Siempre ha habido bailes. Su existencia se menciona desde la Edad Media. Reuniendo a la nobleza, eran la ocasión de encuentros corteses entre jóvenes “bien nacidos”.
La realeza organizaba suntuosos bailes. ¡Imagínese cómo sería un baile en el Palacio de Versalles!
En el siglo XVIII aparecieron los primeros bailes de debutantes, una oportunidad para presentar a las jóvenes de la alta sociedad en elegantes fiestas.
A medida que pasan los años, las puertas de los bailes se abren al público. Hoy en día, es habitual que los jóvenes que terminan sus estudios asistan a un baile de graduación. Esta tradición americana se ha importado a Europa y ofrece un recuerdo inolvidable a nuestros adolescentes.
Desde hace mucho tiempo, los padres inmortalizan estos preciosos momentos para que sus hijos los recuerden para siempre. Y como esta tradición de los bailes no es nueva, es habitual encontrar fotos de éstos en www.delcampe.net. Pueden divertirse adivinando las épocas gracias a los vestidos y peinados e imaginar a estos principiantes, probablemente un poco estresadas por perderse un paso de baile.
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