Samuel Taylor, líder de la banda de Boston, se le conoce como "The Master Grafter" (el Maestro trabajado). Es conocido por ser uno de los mayores falsificadores de Estados Unidos. ¡Descubra a este estafador al que no le faltaba audacia!
Los primeros pasos en el crimen
Nacido en 1838 en Ayrshire, Escocia, quedó huérfano a una edad muy temprana. Un tío que no conocía lo llevó a su casa en América. Pero la convivencia no va bien. Samuel Taylor huye y es acogido por un médico. Empezó a trabajar con 15 años como mensajero para la New York Telegraph Company. Fue allí donde hizo sus primeras experiencias de aprendizaje en filatelia.
En 1861, para evitar la guerra civil americana, cruzó la frontera para establecerse en Canadá. Permanecerá en Montreal durante tres años. Fue allí donde creó su primer negocio de sellos. Venderá los auténticos pero también los falsos. Su carrera de falsificación comenzó en 1862. Durará casi 30 años (1891).
En particular, creó los sellos para el “Kers City Post”. Cabe señalar que esta administración postal simplemente nunca existió. Como resultado, Taylor no dudó en utilizarse a sí mismo como una efigie para los sellos de esta supuestamente canadiense oficina de correos. Estos sellos fueron parte de sus primeras emisiones Se dicen que hay 3 emisiones: 2c azul, 2c rojo y 5c rojo.
Algunos otros grandes golpes
Después del éxito de esta primera operación, Taylor se embarcó en proyectos de mayor envergadura. Uno de ellos fue crear los sellos de 10 y 15 centavos de la propia Isla del Príncipe Eduardo cuando no existía. Estos sellos se incluyen fácilmente en los catálogos clásicos de coleccionistas cuando no existen.
Asimismo, inició la creación de los primeros sellos de Paraguay y Guatemala, aunque todavía no se habían emitido en estos países.
También produce viñetas de caridad, incluyendo la titulada “The Little Wanderers Aid Society”, que representa un retrato de Taylor cuando era niño. Sin embargo, dado que no existe ninguna imagen de él en ese momento, no podemos estar seguros de que sea así.
Durante este período, también produjo la primera publicación filatélica americana en 1864, “The Stamp Collector’s Record”. Los dos primeros números se publicaron en febrero y marzo de 1864 en Montreal, mientras que el tercero se publicó en diciembre de 1864 en Albany. Estas publicaciones son anteriores al catálogo “Scott”, la referencia americana. Ha publicado unos cuarenta números.
Fue también durante este período canadiense cuando conoció a su esposa, Frances Mathieson. Juntos tuvieron tres hijos, de los cuales sólo uno, su hija Frances, habría sobrevivido.
La banda de Boston
En 1864, Samuel Taylor y su familia se fueron de Canadá a los Estados Unidos. Pasaron unos años en Albany antes de mudarse a Boston.
Con Lyford Charles y James Chute, fundaron la “Boston Gang”, una banda de falsificadores que crearon sellos falsos de diferentes países. Podemos mencionar a Canadá, El Salvador, Alemania, Inglaterra, Guatemala, Haití, Hawai, Paraguay, Estados Unidos….
También creó una producción local americana en la que su propio retrato fue usado como una efigie.
La banda de Boston crea tantos sellos locales que es difícil tener una colección completa con certeza.
Samuel Taylor murió en 1913 a la edad de 74 años en Waltham, Massachusetts.
Reconocer lo falso de lo real:
La primera característica de un sello falso sería el papel. Samuel Taylor usaba papel vitela, una especie de papel fino, sin grano, sedoso y liso. El papel oficial de la mayoría de los sellos de la época es papel verjurado, es decir, papel que muestra a través de la transparencia delgadas líneas horizontales paralelas en el grosor del papel.
Un segundo indicador es el proceso de impresión. Para los sellos falsos, trabajamos sobre la base de la litografía.
El descaro monstruoso de Taylor le hizo realizar muchos sellos que no son falsos, sino simplemente creaciones! Como se mencionó anteriormente, sellos como los de la Oficina Postal de Kers o Paraguay fueron simplemente creados por Taylor. Además, muchos sellos fueron considerados dignos de ser incluidos en los catálogos. Aquí es donde se reconoce el genio (malvado) de Taylor.
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Muy interesante, Garcias.