Hace unas semanas, en el maravilloso salón numismático de Plélauff, tuve la la oportunidad de charlar con coleccionistas. Entre ellos Vincent Choffe de Breizhcollections35 me habló de su pasión por las onzas. Para mí era un tema completamente nuevo y, con su inestimable ayuda, estoy encantado de compartirlo con ustedes.

¿Qué es una onza?strong

Se trata de una unidad de masa comprendida entre 25 y 34 gramos. Esta unidad ya existía en el Imperio Romano, donde valía 27,26 gramos. En el pasado, ha habido distintos tipos de onza: de París, de Troyes, holandesa, etc., con pesos diferentes.

Hoy en día, la onza de plata sigue existiendo y se ha convertido en una medida internacional. Actualmente, la onza tiene un peso común en todos los países de 31,103 gramos. Su valor nominal es OZ, que es el símbolo de la onza, y su contenido en plata es como mínimo 999/1000.

Corresponde a la medida adoptada en 1828 por la Casa de la Moneda de Estados Unidos. Como metal precioso, la plata es un refugio seguro. Además, los países que acuñan onzas aprovechan para convertirlas en monedas de colección con un reverso que muestra el año de acuñación y un anverso atractivo y en perfecto estado. No hace falta mucho para atraer el interés de los numismáticos.

Varios países emiten actualmente onzas. Cada año se acuñan varios millones de monedas. Estados Unidos, por supuesto, pero también Canadá, México, Austria, Australia y China, por citar sólo algunos. Así que se pueden encontrar todo tipo de monedas. Y como los coleccionistas buscan gangas, los diseños de los anversos son cada vez más variados para la satisfacción de los coleccionistas.

Además de los principales países mencionados, también puede encontrar monedas acuñadas por las pequeñas islas de Oceanía (Tokelau, Tuvalu, etc.), así como por varios países africanos como Somalia, Ghana y el Congo. Cada país que acuña onzas tiene su propio símbolo y cada año se produce. Por ejemplo, el “Silver Eagle” para Estados Unidos, la “maple leaf” para Canadá y la Filarmónica de Viena para Austria. Por cierto, aparte de Austria y Alemania, parece que los países europeos siguen rehuyendo las onzas..

Además de las monedas de 1 onza, existen monedas de 2, 5 y 10 onzas, aunque son más raras.

Aunque la colección de onzas atrae cada vez a más coleccionistas, (afortunadamente) no está siendo copada por los falsificadores. En caso de duda, Vincent Choffe recomienda pesar la moneda. Una onza pesa 31,1 gramos, y a veces hasta 31,15 gramos. Los falsificadores suelen engañar con el peso, que siempre es unos gramos inferior en el caso de las monedas falsas.


La conservation

La mejor manera de conservarlas es meterlas en una cápsula de plástico (para poder manipularlas sin dañarlas) y luego guardarlas en maletas o en cajas fuertes adecuadas. Lo más importante es proteger las monedas de la luz y la humedad.

La onza sigue siendo una mercancía valiosa por su contenido casi total de metal puro, y tiene un brillante futuro por delante porque es a la vez una inversión y una pieza de coleccionista. Los precios no son especialmente elevados en comparación con otras colecciones (unas decenas de euros), lo que facilita la creación de una buena colección.

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Escrito por Héloïse

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