¿Quién no conoce a Alfons Mucha? Le debemos a este gran artista una gran colección de carteles que representan a mujeres magníficas. Sin lugar a dudas, este artista marcó la cartofilia.

La obra de Mucha

Mucha es uno de los artistas más importantes del art nouveau. Decorador de teatros, iglesias, castillos… Utiliza sus dibujos en algunos vitrales y crea obras de una belleza impresionante.

¡Para Mucha, la mujer es la protagonista! La coloca en telas voluptuosas y la corona de flores. En su obra predominan los tonos pastel, representándola así de forma amable y luminosa. La rodea de decorados en los que se mezcla el sol, elementos de la naturaleza y, como buen creador de carteles, no duda en ponerle un marco a sus ilustraciones.

Aunque su arte ya había empezado a caer en el desuso en el momento de su muerte y los veinte años posteriores, su estilo es único. Muchas veces imitado pero jamás igualado: el talento de Mucha le ha granjeado un renombre bien merecido.

Hay una ingente cantidad de obras suyas reproducidas en tarjetas postales. Los carteles de Mucha se venden a precios de récord. Muchos son los museos que le rinden homenaje…

Los carteles de Mucha

El editor F. Champenois publicó 7 estuches de 12 cartas de Mucha entre 1900 y 1901. La primera tirada es extremadamente rara y, por supuesto, la más apreciada por los coleccionistas. Tras el éxito inicial, continuó imprimiendo otras tiradas más amplias, aunque desafortunadamente tenían una calidad un poco inferior.

Se cree que existen más o menos 230 modelos originales de carteles diseñados por Mucha, normalmente en su versión publicitaria. El 99 % de estos no estaban destinados a la cartofilia. Normalmente eran litografías utilizadas después en carteles. Según Clément Maréchal, se podría hacer una distinción: 130 modelos datan de su período francés y estadounidense, el resto son de su período checo. Atención, hoy en día no existe un catálogo exhaustivo de la obra de Mucha dado que se siguen descubriendo en la actualidad nuevas obras. La cifra de 230 solo es una aproximación.

A excepción de Sarah Bernardt, no se tiene constancia de ninguna otra modelo conocida.

 

Los inicios de Mucha: ¡rechazado en Bellas Artes!

Nacido en 1860 en Ivančice, Moravia (República Checa en la actualidad e Imperio austríaco en aquella época), Mucha es un artista pintor, decorador e ilustrador que podemos definir sin duda como una de las figuras del art nouveau.

En 1878 ve rechaza su solicitud cuando intenta ingresar en la Academia de Bellas Artes de Praga. Simplemente le aconsejan orientarse hacia otra vía. Pero Mucha persistió. Tras haber realizado algunos trabajos decorativos en su región natal, llega a Viena en 1879. Allí trabaja para una gran empresa de decorados de teatro en paralelo con una formación artística. Cuando el cliente más importante de su empresa, el Ringtheater, queda calcinado, Mucha es despedido.

Pero la suerte le sonríe y poco después tendría un encuentro decisivo con Khuen Belasi, quien le confiere la decoración de su castillo de Emmahof. Después de esta obra, le toca el turno a su hermano, Egon-Khuen Belasi, quien también le hace el mismo encargo para el castillo de Gandegg. En 1885, apadrinado por el segundo hermano de los Belasi, Alfons Mucha entra en la Academia de Múnich.

En 1887, Mucha se instala en París. Continúa con sus estudios en la Academia Julian, y más tarde en la Academia Colarossi. Trabaja en paralelo produciendo carteles publicitarios e ilustrando libros, catálogos o calendarios. Su primer editor es un tal Lemercier, un editor-impresor francés especializado en la producción de mapas.

Llegada a París

Tiene la fortuna de llegar a la ciudad de la luz poco antes de la exposición universal (1889). La economía se encuentra en crecimiento en ese momento y la publicidad busca artistas talentosos. Mucha trabaja para tiendas, salones, marcas de champán… Abandona pronto Lemercier para trabajar para el editor-impresor Champenois. Produciría muchas obras para él. Este último sacaría partido a menudo de las obras de Mucha varias veces: como obras por sí mismas o como obras publicitarias. Se pueden ver, por ejemplo, las múltiples publicidades realizadas para la «Bella Jardinera» que procedían de obras que no se habían realizado para este fin.

Clément Maréchal, propietario de la casa del mismo nombre en la que las obras de Mucha son una de las especialidades, nos explica: «A excepción de ciertos encargos como los carteles del champán Moët y Chandon o el coñac Bisquit, las publicidades se hacían a partir de litografías ya existentes. Al final tuvo pocos encargos de dibujos exclusivos por parte de las marcas».

En 1894, se encarga de elaborar el cartel de Gismonda que interpretaría Sarah Bernardt. Encantada con la obra, la famosa actriz firma con Alfons Mucha un contrato de 6 años, lo que le permite al ilustrador alcanzar una reputación internacional.

De Estados Unidos a Checoslovaquia

Se casa en 1906 con Maruska Chytilova. En esta época, abandona Francia y se marcha a Estados Unidos, donde reside durante cuatro años. Lo más probable es que lo hiciera para seguir a su amiga y clienta Sarah Bernardt. Alfons Mucha no encuentra la popularidad, pero fomenta la creación del comité de eslavos.

También conoce a un nuevo mecenas, Charles Crane, un adinerado hombre de negocios que pone a su disposición los fondos necesarios para realizar una obra que define sus sentimientos más profundos: la Épica eslava. Más tarde, Mucha se instala en Praga.

Tras el final de la Primera Guerra Mundial, cuando Checoslovaquia consigue su independencia, le piden a Mucha que dibuje los sellos y los billetes del joven país.

Fallece a los 78 años a causa de una neumonía.

¡Descubra los carteles de Mucha a la venta en Delcampe!

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Escrito por Héloïse

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