Justo cuando me disponía a escribir un divertido artículo veraniego sobre las bicicletas y el Tour de Francia, me encontré con dos postales con una idea bastante original: la bicicleta voladora. ¿Y si le cuento esta historia?
Contrariamente a lo que podría pensarse, la bicicleta no es muy antigua. Data de principios del siglo XIX, concretamente de 1817, y fue inventada por el barón alemán Karl von Drais. Desde el momento de su invención, la bicicleta o velocípedo se perfeccionó para ir más rápido y más lejos.
Y entonces surgió la idea de la bicicleta voladora, ¡casi sacada de un dibujo de Leonardo da Vinci! En 1909, el conde de Puiseux, residente en Ouistreham (Normandía), tuvo la idea de crear una bicicleta voladora..
Según la leyenda de su su postal, hay 4 tubos sujetos a la bicicleta para sostener el cuerpo de la máquina. El cuerpo consiste en un largo eje de bambú de 5 m de longitud. En la parte delantera está la hélice, de 1m10 de diámetro. Dos alas están unidas al cuerpo para formar la superficie de sustentación. Estas alas tienen una superficie total de 3,5 metros y están hechas de bambú y lona Continental. El conjunto pesa
nada menos que 33 kg. Si a esto le añadimos el peso del conductor, ¡no hay duda de que se necesita cierta fuerza para ponerlo en movimiento!
Al mismo tiempo, un tal Ladougne creó también una bicicleta voladora que, según la leyenda de la tarjeta, tenía un timón en la rueda delantera. Un avión fijo de 4 metros, situado por encima del piloto, estaba unido al cuadro por tubos de acero.
Y no son los únicos. El Alemán Hans Richter fue capaz de crear una bicicleta voladora capaz de planear distancias cortas, y muchos otros han probado suerte con esta técnica.
No he podido encontrar ninguna foto de la moto volando. No cabe duda de que aún estamos muy lejos del extraterrestre E.T. de Steven Spielberg en la gran pantalla. Sin embargo, estas postales son una fuente de inspiración
cuando se trata de la capacidad del hombre para crear nuevas tecnologías. Si no nos equivocamos, nuestros tataranietos irán al colegio (¡si es que aún existe!) en bicicletas voladoras.