El tema de las fiestas es muy popular entre los amantes de las tarjetas postales. Naturalmente, nos vienen a la mente la Navidad, la Semana Santa y San Valentín, pero otras fiestas, a veces más folclóricas, también tienen sus tarjetas.

El 25 de noviembre celebramos el día de Santa Catalina (al menos se celebraba hasta 1970, cuando la iglesia lo eliminó de su calendario). Es sin duda una de las fiestas menos feministas de la cristiandad, pero la expresión permanece y hace sonreír hoy en día: « peinar a Santa Catalina » o convertirse en una «catherinette». Se dice de las jóvenes que pasan de los 25 años sin casarse.

La leyenda de Santa Catalina

Se dice que Santa Catalina era la hija del rey Costo. Era una joven estudiosa, virginal y piadosa que creía en Dios y en Jesús.

Cuando el emperador Majencio (según los escritos, pero es mucho más probable que fuera el emperador Maximino) convocó a todos los habitantes de su provincia para que hicieran sacrificios a los ídolos, Catalina se negó. El emperador convocó a los eruditos de la época para convencerla de que renunciara a su fe, pero Catalina consiguió refutar todos sus argumentos con la ayuda de un ángel. Por el contrario, fueron los eruditos los que se convirtieron.

El emperador también intentó casarse con ella, a lo que ella se negó varias veces porque ¡había tomado a Cristo como su prometido! Al final, el emperador condenó a Catalina a una muerte espantosa, desgarrada por 4 ruedas de espinas. Salvada de nuevo por los ángeles, fue finalmente decapitada y en lugar de sangre, fluyó leche de sus venas.

Siempre según la leyenda, los ángeles elevaron su cuerpo por encima del Monte Sinaí. Se convirtió entonces en la patrona del monasterio de este lugar, donde se encuentra su tumba.

Se dice que posteriormente se le apareció a Juana de Arco en compañía de Santa Margarita y del Arcángel San Miguel.

Las «catherinettes»

Santa Catalina es, entre otras cosas, la patrona de las jóvenes que van a casarse. Cada año, el 25 de noviembre, las jóvenes tienen que renovar su peinado. La tarea es para mujeres jóvenes solteras de más de 25 años. Así surgió la expresión “peinar a Santa Catalina”.

Aunque hoy en día lo normal es que las novias se casen bastante después de los 25, esto no era así ni siquiera hace unas décadas. A las solteras se les recomendaba hacer esta oración: « Santa Catalina, ayúdame. No me dejes morir soltera. Un marido, Santa Catalina, uno bueno, Santa Catalina; ¡¡¡pero mejor uno que ninguno!!!»

También era costumbre que las «catherinettes» llevaran un sombrero el 25 de noviembre para celebrar a su patrona.

Por último, y hay que reconocer que el gesto era bastante cruel, lo tradicional era enviar una tarjeta de Santa Catalina a las jóvenes en cuestión. Estas tarjetas son de todo tipo, a veces mostrando el sombrero, a veces la joven que la lleva. También las hay de humor, como se puede ver en las ilustraciones de este artículo.

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Escrito por Héloïse

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