En efecto, el asunto de los falsos interesa a más de un filatélico. El que avisa no es traidor. No olvide que las técnicas empleadas por los falsificadores pueden ser sorprendentes. En este artículo, conoceremos la historia de los falsos de propaganda. Se trata de aquellos sellos que se crearon para hacer llegar mensajes políticos a la población. Consisten en una reproducción casi idéntica de un sello original, aunque ligeramente retocada, que se utilizaba para difundir determinadas ideas políticas.
¡«Futsches Reich»!
Uno de los falsos de propaganda más conocidos es el «Futsches Reich» (que significa «Imperio arruinado») que se creó en el marco de la operación «Corn Flakes». El sello, que representaba a Hitler de perfil con la mitad del rostro esquelético, fue creado por los estadounidenses en febrero de 1945. El objetivo era desmoralizar a la población alemana y austriaca para que desaprobaran la guerra. Para ello, los Aliados distribuían folletos y periódicos contra el régimen nazi haciéndolos pasar por correo postal ordinario.
La operación fue planeada por la Office of Strategic Services (Oficina de Servicios Estratégicos de EE. UU.). Se denominó operación «Corn Flakes» en alusión al desayuno favorito de los estadunidenses y a la hora en que se entregaba el correo.
La misión era extremadamente compleja. En primer lugar, para no llamar la atención de la Gestapo o del servicio de correos nazi, cada carta tenía que ser única. Por otra parte, tenían que arreglárselas para mezclar los sacos que transportaban el correo de propaganda con los del correo normal. Para ello, los Aliados bombardeaban trenes postales y aprovechaban el caos para lanzar desde poca altura sacos con correo de propaganda. Invadidos por el pánico, al tratar de recuperar el correo desperdigado, los alemanes recogían estos sacos sin darse cuenta y los mezclaban con los del correo normal que habían resistido el asalto.
La operación se puso en marcha entre el 5 de febrero y el 31 de marzo de 1945. Durante este periodo, se llevaron a cabo diez intentos, nueve de ellos con éxito. De este modo, se logró introducir 5000 cartas en el circuito de correo alemán. Evidentemente, un sobre con este sello es una pieza de colección sumamente difícil de encontrar.
¡Cuando Charles de Gaulle ocupó el lugar de Pétain!
Otro sello falso de propaganda muy conocido se creó en Francia, concretamente, en Niza. Se trata del falso «Pétain de Niza». Fue creado por la red de resistencia Combat en 1943. En el sello, aparece el general Charles de Gaulle, símbolo de la resistencia francesa, de perfil ocupando el lugar del mariscal Pétain, dirigente del régimen de Vichy.
El grupo de resistencia de Alpes-Maritimes contó con la ayuda de la imprenta Champamon, en Niza, para producir estos falsos de propaganda. Asimismo, la imprenta Pontara se encargó de hacer una segunda tirada. Estos sellos estuvieron en circulación entre el 22 y el 30 de julio de 1943, sobre todo, en envíos de correo local. El sello presentaba distintos colores y dentados.
Falso «Pétain de Marsella»
Niza no fue la única ciudad francesa en la que a los patriotas se les ocurrió usar la filatelia para hacer circular la imagen del general Charles de Gaulle. La resistencia de Marsella se dispuso a ejecutar la misma artimaña colando un sello falso de Charles de Gaulle entre dos sellos de Pétain.
Ocupando el medallón con una postura de tres cuartos, el retrato del general está coronado por la inscripción «République Française» (República francesa) en lugar de «Postes Françaises» (Oficinas de correos de Francia). Asimismo, en lugar de la firma de «J. Piel» aparece la firma ficticia «J.Pill».
La tirada de esta banda no superó los 2500 ejemplares. Los sellos se pusieron en circulación a principios de 1943.
Los empleados de la oficina de correos de Saint-Giniez, en Marsella, desempeñaron un papel decisivo en la operación. Como buenos patriotas, se encargaron de obliterar los sellos y dejar pasar el correo. Cuando la dirección regional de oficinas de correos descubrió la existencia de los sellos falsos, respondió emitiendo una circular que se distribuyó por todas las oficinas de correos. Sin embargo, no tuvo demasiada repercusión.
¡Sellos falsos a partir de falsos de propaganda!
Dada la gravedad de los hechos, estos sellos son dificilísimos de encontrar. Se supone que, lógicamente, muchos de estos falsos fueron destruidos por los destinatarios de las cartas por miedo a que les pillaran en posesión de uno de ellos. No han sido pocos los falsificadores que han visto el tirón de emitir falsificaciones de estos sellos falsos para tratar de engañar a los coleccionistas. Todo apunta a que estas falsificaciones se crearon en Italia en los años 1990. Gérard de Morant fue uno de los primeros que advirtió a los coleccionistas acerca del engaño. Para reconocer la falsificación, hay que fijarse bien en la superposición de la firma «Bersier» y en el si color de los sellos es demasiado claro.
Pétain y Laval
Durante una búsqueda en Delcampe, di con otro sello con la efigie de Pétain. En este caso, se trataba del falso creado a partir de la emisión Prost de 1941 en el que aparece, junto al perfil de Pétain, el rostro de Laval representado como una figura diabólica.
Pierre Laval fue primer ministro del mariscal Pétain durante el régimen de Vichy, del 18 de abril de 1942 al 19 de agosto de 1944. Abiertamente pronazi, fue el promotor de la siniestra redada del Velódromo de Invierno y del sistema de la «relève». El sistema de la «relève» funcionaba del siguiente modo: por cada prisionero de guerra repatriado, se deportaban a Alemania tres trabajadores franceses. Siendo una de las figuras políticas más odiadas por la resistencia, fue acusado de indignidad nacional y condenado a muerte al finalizar la guerra.
El sello fue encargado en 1943 por la BCRA, la Oficina Central de Información y Acción de la Francia Libre. Se habría planeado imprimirlo en bloques de 20 ejemplares, con una tirada de 2000 ejemplares de cada bloque, con el propósito de desacreditar al gobierno. Finalmente, se abandonó el proyecto por miedo a que las familias de los franceses libres pudieran sufrir represalias.
¡Esta artículo está lejos de ser exhaustivo!
Existen muchos otros falsos de propaganda y sus historias son, sin duda, tan interesantes como las que hemos narrado en este artículo.
Los sellos falsos de propaganda forman parte de la historia universal del correo y evidencian que el correo y la filatelia pueden servir para hacer llegar una ideología. Además, dan constancia del ingenio que desplegaban las redes de Resistencia para hacer llegar su mensaje a la gente.
Gracias a Alain Camelin de la ACTL por sus buenos consejos, que han resultado muy útiles para la redacción de este artículo.
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