Los desarrollos tecnológicos han marcado el fin de muchas profesiones. Afilador, fabricante de zuecos o farolero son algunos de ellos. La cartofilia nos permite reconectar con estos oficios olvidados realizados por talentosos artesanos. Descubramos gracias a las postales estos oficios de antaño.
El farolero
Este es un trabajo que ya no existe hoy en día, pero que tuvo su apogeo a finales del siglo XVIII y principios del XIX.
Cuando Saint-Exupéry representa a este asombroso personaje en el quinto planeta de su libro “El Principito”, escribe poéticamente: “Cuando enciende su farola, es como si diera a luz a otra estrella o a una flor. Cuando apaga su farola, pone a dormir a la flor o la estrella. Es una ocupación muy bonita. Es realmente útil porque es bonito”.
El farolero apareció durante la revolución industrial a finales del siglo XVII. La función era inicialmente encender linternas con velas. Las farolas, en sentido estricto, aparecieron en París en 1766, un siglo después. Serían la invención del abad Matherot de Preigny y del Sr. Bourgeois de Châteaublanc. Al principio, el alumbrado de las farolas se hacía con petróleo, antes de cambiar, alrededor de 1820, a alumbrado de gas. .
El trabajo de alumbrador de calle, aunque exigente porque está sujeto a las inclemencias del tiempo y sin descanso, es generalmente una actividad complementaria. De hecho, encender las farolas, al amanecer y al atardecer, no ocupan un día completo.
Esta profesión se extinguió con la llegada de la iluminación eléctrica. Ya en 1878, con ocasión de la Exposición Universal de París, varios sitios recibieron este nuevo tipo de alumbrado, que gradualmente tomó el lugar del gas y por lo tanto de los faroles. La función fue abandonada definitivamente en la primera mitad del siglo XX. .
postal antigua alumbrador de farolas
postal antigua fabricante de zuecos
E
l fabricante de zuecos
Hasta el siglo pasado, no era raro en el campo usar zuecos. Antes de la introducción de las máquinas de recorte de zuecos, a partir de 1919, un artesano realizaba esta tarea. Se le llamaba el fabricante de zuecos.
Hay dos tipos: los planeadores (hacen la forma exterior) y los excavadores (hacen la excavación en el interior).
El fabricante de zuecos comienza cortando la madera en troncos del tamaño destinado al zueco. Luego, armado con un hacha, corta la madera en la forma del zueco. Después, el excavador se asegurará de que el zueco sea excavado sin ser dañado.
Cuando unos zuecos se usan regularmente, se le duraban como máximo dos meses. Para que duraran más, las suelas se reforzaban a menudo.
Actualmente, todavía hay algunos artesanos de zuecos, pero es un oficio en extinción ya que los zuecos han sido reemplazados por zapatos.
postal antigua fabricante de zuecos
postal antigua afilador
El afilador
Es una profesión muy antigua. Se dice que data del siglo XIV. El trabajo del afilador consiste en afilar cuchillos, tijeras o dagas con una muela. El afilador viaja de pueblo en pueblo con su equipo para afilar los utensilios cortantes.
Llevando al principio, su muela a la espalda, luego utilizará la carretilla y luego un carro para facilitar sus movimientos.
La cofradía de afiladores es reconocida en el siglo XV. Unos años después, se unirá a la cofradía de cuchilleros. Su santa patrona es Santa Catalina.
La profesión de afilador de cuchillos vivirá hasta el siglo XX. También será una víctima colateral del Progreso porque los cuchillos están hechos de acero de mejor calidad y ya no requieren un afilado regular.
Ya no se escuchan sus gritos y el ruido del metal en la piedra de la muela que animaba a los pueblos durante su paso.
postal antigua dibujo de afilador
En conclusión, como testigos del pasado, las postales nos presentan etos oficios que hoy en día están totalmente olvidados. Los fabricantes de zuecos, los afiladores y los faroleros son sólo tres entre otros muchos. ¿Quiere descubrir más de ellos? ¡Consulte la sección profesiones en Delcampe!
